Ayer ocurrió una desgracia, murieron 3 personas aplastadas en el Madrid
Arena mientras asistían al concierto de Steve Aoki, una está muy grave y otra
evoluciona favorablemente. Ha sido un mazazo para todos, especialmente para los
que estuvieron allí. Graves negligencias. Aforo desbordado (al doble de su
capacidad), menores en la fiesta, muchas puertas precintadas que se podrían
haber utilizado, fueron 3 muertos (de momento) pero pudieron ser decenas. Esto
sucedió ayer y los organizadores deben pagar por ello.
Yo no fui al concierto, pero tengo amigos que sí. Lo que
cuentan es desgarrador. Pude perder a dos amigos en la avalancha. Cuentan como
estuvieron casi una hora aprisionados sin poder salir tirando uno del otro para
no quedarse aplastados. Para los que allí estuvieron y pudieron salir ilesos
esto es una huella que les marcará, quizá para siempre. Tuvieron suerte,
miraron a la muerte de cara y la esquivaron, sin embargo las familias de los
fallecidos no lo olvidarán jamás.
Es una tragedia, pero una tragedia a sabiendas. El drama se
produjo porque unos sinvergüenzas prefieren sacar dinero a toda costa,
vendiendo más entradas que las que debían y dejando entrar a cientos de menores. Además numerosas puertas cerradas, ya que supongo que implicaría contratar más guardias de seguridad lo cual disminuiría beneficios. El dinero no lo es todo, la seguridad de las personas está muy por encima de
ciertos márgenes de beneficio. ¿Por qué somos incapaces de darnos cuenta antes?
¿Por qué? Porque unos prefieren jugárnosla pensando que no va a pasar nada y
efectivamente casi nunca pasa nada, casi nunca.
Ahora empezarán las inspecciones semanales se cerrarán un
par de discotecas (ya pasó hace dos años con tras la muerte de un joven en la
discoteca de Pintor Rosales), y dentro de un tiempo todo volverá a quedar en
nada. Así sucesivamente hasta que vuelva a pasar algo. ¿Llegaremos a aprender?
Lo dudo. El poder, la ambición y el poder para ciertas personas están, para
nuestra desgracia, por encima de su interés por la vidas del resto. Es duro
decirlo pero creo que es así.
Mi más sincero pésame para las familias de los fallecidos y
mis ánimos para todos aquellos que estuvisteis allí y que hoy podéis contarlo.
Al menos hay algo positivo: "pero pudieron ser decenas", y no lo fueron, cosa que sí ha ocurrido otras veces en otros países.
ResponderEliminarNo quiero defender a nadie, de hecho estoy siguiendo la tragedia de Belén de cerca, puesto que conozco a sus allegados... Estoy de acuerdo en parte con la argumentación, pero... aunque salieron mal las cosas, debieron ser pocas, porque con esos datos de gente y semejante situación, ¡coño!, algo debió hacer bien alguien (no avisar a todo el mundo de la avalancha, desalojar por partes...). En fin, digo que dices muchas verdades, pero necesito que sigas cosas positivas, que también sean verdades.
Creo que el hecho de que no fueran decenas ha sido cuestión de suerte, en serio, tal como cuentan los que allí estuvieron no hay otra explicación. Es verdad que no avisaron y eso estuvo bien y tienes razón pero creo que fue lo único positivo. Los guardias de seguridad de la puerta no sabían que hacer estaban bloqueados y asustados porque sólo tenían esa puerta abierta para entrar y salir, no había ningún tipo de plan de emergencia un cúmulo de despropósitos. En serio creo que el hecho de que no haya decenas de muertes es nada más y nada menos que una cuestión de suerte.
ResponderEliminarGRACIAS POR OPINAR! ME GUSTA MUCHO PODER COMENTAR Y DEBATIR CON VOSOTROS!!!